martes, 12 de abril de 2016

"Mi pequeña Ninette": comedia, drama, romance. What did you expect?

Ninette me dejó tan rápido que ahora la echo en falta.
Y quizás te pase lo mismo a ti.
El próximo 22 de Abril, en la antesala de la fiesta del libro, me empeñaré en lanzar al mundo mi recientísima y última creación: Mi pequeña Ninette.


 Es quizás la historia que menos me ha costado escribir y con la que me he llegado a plantear continuar. Los otros libros tenían su continuación previamente estipulada, pero este no. Sabía que comenzaría en A y terminaría en Z, sólo que al escribir Fin, sentí la necesidad de borrar esa palabra y seguir en los zapatos de Ninette una eternidad. Pero, lo bueno si breve ¿dos veces bueno? Me gusta tanto que no voy a cerrar la puerta. Ya se me ocurrirá algo.

 "Ninette es alocada, impulsiva, con una mente erotizante y demasiado viva; y es esa personalidad la que moverá los hilos de la historia, atrapando sin remedio a quien ose adentrarse en su cabecita rosada.
A la misma vez, arrastra una enorme bolsa negra de basura llena de sucesos, recuerdos y demás, que la convertirán en una sorprendente guerrera, capaz de pasar por encima de sus miserias y elevarse sobre ellas sin el más mínimo pudor.

 Y de falta de pudor va la historia porque, Ninette, digamos que tiene una necesidad de saciar su 'apetito' casi constantemente. Y no nos equivoquemos, no es ninfómana, es demasiado honesta y divulgadora de su libertad sexual. Algo que, para variar, está mal visto hoy en día. Mi pequeña Ninette cuenta también con un personaje entrañable que hará que se te derrita el corazón recordando a tu propia Mima (como ella llama a su abuela).

Otro de los personajes con los que más me he divertido ha sido Mima, la abuela cañera de Ninette.

Ambas comparten piso y se soportan como pueden, generando conversaciones y escenas tronchantes a medida que sus trapicheos las conducen a situaciones de lo más atípicas. Y es en una de esas situaciones  donde conoceremos al buen doctor, Alan Engel, el cirujano ortopédico que hará las delicias de muchas, pero sobre todo, de Ninette.


Por primera vez no empodero al macho como en otras ocasiones tal vez hice, sino que será la protagonista quien tenga en todo momento la sartén por el mango. El chico es adorable, pero esconde su propia bolsa negra de basura, aunque no vamos a deshidratarnos y perder el tiempo hablando de las desgracias de ambos protagonistas. Basta con saber que cada uno llevamos, a nuestra manera, mil historias encima que nos hacen más o menos como somos, resilientes o víctimas. Preparaos para soñar con sus pestañas

En este caso, siempre optaré por la resiliencia: de todo se puede escapar, de todo se puede aprender, todo nos puede hacer mejores, y no al revés, como muchos se empeñan en creer.
Ante todo es una historia de amor, de supervivencia y de libertad. Una historia tierna y dura, donde aprenderemos a desprendernos de todas nuestras "cagadas" y  entenderemos que, enfrentarnos al contenido de nuestras propias bolsas de basura es lo que nos hará caminar erguidos y libres de toda sombra.

Y dicho esto, sólo espero que disfrutes de la lectura como yo disfruté de la escritura, hasta el punto de echar de menos miserablemente cada segundo que pasé en ella.
¡Nos leemos!





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